jueves, 16 de junio de 2011

16 DE JUNIO DE 1955-LA PATRIA ASESINADA

He tenido la oportunidad de visitar la Capital de la Nación en éste mes de junio, recorrí la Plaza de Mayo en búsqueda del monolito que en el año 2008, Néstor Kirchner inauguró en memoria de los caídos en el cobarde bombardeo del 16 de junio de 1955, no lo encontré y por lo tanto me contacté con uno de los obreros que realiza tareas de mantenimiento y le pregunté sobre el particular, me señaló donde había estado implantado, pero desconocía "el motivo por el cual no estaba más."

Esa necesidad de borrar la memoria negra de la Patria, sin lugar a duda que no es otra que la que necesitan las minorías que manejan el poder que les otorga las fortunas construidas con el hambre del pueblo. Borrar la memoria es repetir la impunidad, pobre de aquel que no lo entienda, las minorías avasallarán sus derechos hasta sumirlos en la esclavitud.
JM López Conde

Primeras bombas en la Plaza de Mayo -15 de abril de 1953

La constante suba de precios y el desabastecimiento local se acentuaban, y la carestía se hacía sentir especialmente en el rubro de la carne, ya que los ganaderos destinaban una porción cada vez mayor de ese alimento para la exportación, contribuyó a restarle apoyo al gobierno peronista. Fue entonces, cuando grupos opositores a Perón cobraron bríos y, en medio de una manifestación de apoyo al gobierno en Plaza de Mayo, hicieron estallar bombas contra los civiles allí reunidos y desataron una ola de violencia. Era el 15 de abril de 1953. A continuación transcribimos un fragmento del libro Los mitos de la historia argentina 4, de Felipe Pigna.

Señala Salvador Ferla en “Mártires y Verdugos” (Editorial Revelación, 3ra. Edición, Buenos Aires, octubre de 1972, páginas 24 y 25:


“… La oligarquía ambiciona el regreso al poder total, la restauración de su régimen y la anulación del proceso revolucionario iniciado en 1943.


Conoce los obstáculos porque los ha palpado y reiteradamente se ha roto las narices contra ellos. Son el pueblo politizado, presente, activo; y el ejército, colocado en su exacta ubicación nacional.


Al primero planea anestesiarlo mediante el terror; al segundo desarticularlo y reestructurarlo en milicia partidaria a sus órdenes.
La primera y potente inyección de anestesia la recibe el pueblo el 16 de junio de 1955. … Es el primer castigo, la primer dosis de castigo administrada al pueblo.


Es el fusilamiento aéreo, múltiple, bárbaro, anónimo, antecesor de los que luego realizarían en tierra firme con nombres y apellidos (se refiere a la masacre de José León Suárez en la represión del levantamiento cívico-militar del 9 de junio de 1956, a los mártires y verdugos que le dan título al libro).



Entre este grupo de aviadores (entre los que estaba el capitán Cacciatore, que después del 76 cobraría fama y fortuna como intendente porteño) que mata desde el aire a una multitud, y los agentes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que “fusilan” a un núcleo de civiles en un basural, tirándoles a quemarropa sin previo aviso, solamente existe una diferencia de ubicación”.


Esa aviación, nuestra aviación, que nunca había tenido que bombardear a nadie, que no sabía lo que era un bombardeo real, hace su bautismo de fuego contra su propio pueblo y en su propia ciudad capital.


En Guernica y en Plaza de Mayo se cometió un acto de lesa humanidad. Pero a nosotros nos faltó Picasso."

En cuanto a los autores de los atentados con bombas en la Plaza de Mayo, algunos de los responsables señalados por Félix Luna son los hermanos Alberto y Ernesto Lanusse y Roque Carranza eran algo así como coordinadores del grupo. Tenían un feble contacto con militares de baja graduación, el capitán Eduardo Thölke el más importante, que a veces les proveían de explosivos y los alentaban a continuar creándole dificultades a Perón.