Nadie como María Eva Duarte de Perón supo interpretar la
realidad de un pueblo sometido por generaciones de minorías oligárquicas que lo
redujeron a una cuasi esclavitud, despojándolo de sus derechos esenciales,
sumergiéndolo en la más vergonzante pobreza donde el analfabetismo era el
vehículo primordial en que se sustentaban el dominio esas minorías. Evita, como
la llamaban sus “descamisados”, formaba parte de ese pueblo, sentía sus mismas
angustias, compartía sus mismas frustraciones, ella misma manifestaba su
pertenencia: “Como
mujer siento en el alma la cálida ternura del pueblo de donde vine y a quien me
debo”.
Nada sobre el mundo de la política y la historia de las
naciones surge por “generación espontánea”, tampoco lo fue Eva Duarte. Esta
insigne mujer, que con una clara inteligencia, sensibilidad y esclarecida
visión del momento, supo intuir que se avizoraban vientos de cambio, firme y
decidida supo capitalizar, en bien de los desposeídos, lo que el General Juan
Domingo Perón gestó para la gloria de la Patria y la felicidad de su pueblo.
Hablar de Evita es hablar de la implementación
pragmática de la Justicia Social, un pensamiento aparentemente simple, pero
profundo define a la mujer comprometida con los postergados: “Donde existe una necesidad nace un
derecho”. Dicha
implementación es la emergente de políticas instituidas por el proyecto
Nacional y Popular de “La Nueva Argentina” que el General Perón gestó e impulsó, donde
la Inclusión Social fue el nuevo paradigma y al que la “Abanderada de los
humildes”, despojada de toda ambición personal, ofrendó su propia vida para
hacer realidad el sueño de equidad que marcó el derrotero de su existencia.
Hoy, a 60 años del paso a la
inmortalidad de la mujer que eligió el destino con el privilegio de ser fiel
intérprete de la Justicia Social y la defensa inclaudicable por los derechos
mujeres argentinas, despreciadas ambas, por las clases dominantes, no podemos
menos que reconocer en Eva a la más grande de las mujeres que ha dado la Patria
y el ejemplo a difundir a las generaciones presentes y futuras.
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